HOMERO
El humanismo y el Renacimiento rescataron la figura de Odiseo como símbolo del hombre razonable, prudente, sufrido y astuto, como un curioso viajero, que tan bien se amoldaba a su época de descubrimientos de otros mundos, y como un hábil político y diplomático. Gonzalo Pérez, que vertió la Odisea al castellano, no solo fue uno de los principales protagonistas de esta interpretación político-alegórica, sino que ideó su traducción y se la ofreció a su señor Felipe II como un tratado práctico de educación principesca. Y así dedicó «el mejor de los poetas al mejor de los príncipes que ha nacido».
Humanism and the Renaissance revived the figure of Odysseus as a symbol of the reasonable, prudent, long-suffering and astute man, as a curious traveller, who so well suited his age of discovery of other worlds, and as a skilful politician and diplomat. Gonzalo Pérez, who translated the Odyssey into Castilian, was not only one of the main protagonists of this political and allegorical interpretation, but he also devised its translation and offered it to his master Philip II as a practical treatise on princely education. And so, he dedicated ‘the best of poets to the best of princes who have been born’.