ARTURO PEREZ-REVERTE
Un marino sin barco, desterrado del mar, conoce a una extraña mujer que posee, tal vez sin saberlo, respuestas a preguntas que ciertos hombres se hacen desde siglos Cazadores de naufragios en busca del fantasma de un barco perdido en el Mediterráneo, problemas de latitud y longitud cuyo secreto yace oculto en antiguos derroteros y cartas náuticas, museos navales, bibliotecas... Nunca el mar y la Historia, la ciencia de la navegación, la aventura y el misterio se habían combinado de un modo tan extraordinario en una novela, como en La carta esférica. De Melville a Stevenson y Conrad, de Homero a Patrick O'Brian, toda la gran literatura escrita sobre el mar late en las páginas de esta historia fascinante e inolvidable. La novela fue llevada al cine por Imanol Uribe y protagonizada por Carmelo Gómez y Aitana Sánchez Gijón. La crítica ha dicho...
«Novelón. La carta esférica es un best seller endiabladamente entretenido, tan bien engranado como El nombre de la rosa y tan sugerente y embrujador como El perfume... Irresistible thriller marinero.»
Carles Barba, La Vanguardia «Una brillante historia de aventuras: intriga romántica para todos los fans del thriller intelectual.»
The Times «Atrapa... Pérez-Reverte sabe cómo y cuándo entretejer escenas; cómo y cuándo modular la emoción de la historia.»
The Daily Telegraph «Oculta bajo la fórmula de un thriller marítimo, La carta esférica es una mirada reflexiva sobre la narrativa, la novela de género y la literatura en general... Una novela seductora y hermosa... Excepcional.»
New York Magazine «El relato es apasionante, está perfectamente documentado, es rico en suspense y golpes de efecto. Rinde homenaje a Conrad, Melville, Homero en lo que se refiere a su dimensión marítima más sugestiva y poética.»
Il Messaggero «Una gran novela marítima. Un himno a la aventura y a la literatura.»
L´Express «La carta esférica hace soplar una vez más y de forma maravillosa el viento de alta mar.»
Le Monde «Su don para el relato y esa erudición náutica que el mismo O'Brian hubiera envidiado.»
Le Figaro Magazine