Escrito en solo dos semanas en 1888 y publicado al año siguiente, El crepúsculo de los ídolos fue concebido por Nietzsche como una corta introducción a su pensamiento para nuevos lectores de sus ideas, por la fama y reputación que estaba ganando rápidamente con sus escritos anteriores. En esta obra, el autor critica a la cultura alemana de la época, mientras señala deficiencias similares en otras culturas europeas. Nietzsche además usa al libro para alabar a ciertas figuras históricas que él considera como ejemplos a seguir para desarrollar una cultura más saludable, entre muchas otras ideas ya expuestas en obras anteriores. Otra obra imprescindible de su larga bibliografía, para comprender el mapa filosófico que Nietzsche pasó toda su vida trazando.