MIGUEL ÁNGEL HERNÁNDEZ
La propietaria de un estudio fotográfico al borde del cierre, recibe el encargo más insólito de toda su carrera: retratar a un difunto el día de su entierro. Aprenderá que esas imágenes son necesarias para recordar a quienes hemos amado, pero también descubrirá que algunas de ellas guardan secretos oscuros que jamás deberían ser revelados, y sobre todo que hay muertos que se abalanzan sobre la memoria de los vivos.